viernes, 17 de junio de 2011

Gaedalu

Gaedalu nació en Dagledu, en el seno del poderoso clan de los Dalu, los gobernantes de la ciudad. Con todo, optó por entrar como novicia en el templo de Neliam. Tras su consagración como sacerdotisa fue enviada al Oráculo de Gantadd, bajo las órdenes de la Madre Deril. Pese a ello, seguía regresando a menudo a Dagledu, y en una de sus estancias en la ciudad conoció al que sería el padre de su hija, Deevadalu, más conocida como Deeva. La relación no duró mucho porque una sacerdotisa celeste confirmó que él ya no la amaba, por lo que Gaedalu se llevó consigo a su hija y se encerró en el Oráculo. Sin embargo, cuando la niña creció un poco más empezó a llevársela consigo en los viajes que realizaba como parte del séquito de la madre Deril. En uno de esos viajes, la niña fue tocada por un unicornio. Gaedalu, con gran disgusto por su parte, hubo de enviarla a una torre de magia, pero la Madre Deril utilizó su influencia para que fuese la Torre de Derbhad, la más cercana al Oráculo. Deeva creció rodeada de magos, y sus maestros afirmaban que era una hechicera de talento. Cuando tuvo edad suficiente para decidir, optó por perfeccionar su arte en lugar de regresar al Oráculo, y su madre, que la quería con locura, respetó su decisión. Tiempo después, la Madre Deril murió y designó a Gaedalu como su sucesora al mando de la Iglesia de las Tres Lunas. Cuando los sheks invadieron Idhún, un grupo de magos de la Torre de Derbhad huyó a la Tierra. Deeva estaba entre ellos. Gaedalu permaneció en el Oráculo, protegiendo a las sacerdotisas, hasta el final. Desde la torre le informaron de que su hija se había exiliado a un mundo donde podría estar a salvo, y eso la tranquilizó, aunque no hubo un solo día que no aguardara el regreso de Deeva con impaciencia. Entretanto, cobijó en el Oráculo a Manua, la madre de Kirtash, y ésta mató accidentalmente a su amiga Kanei. La hija de ésta, Zaisei, quedó huérfana de madre, y Gaedalu la cuidó y protegió de forma especial, tal vez en recuerdo de su propia hija perdida. Aunque los sheks destruyeron todos los demás Oráculos, no llegaron a atacar nunca el de Gantadd, por lo que Gaedalu empezó a considerar que los dioses protegían especialmente su comunidad de sacerdotisas. Tras la noticia de que el unicornio seguía vivo y había sido rescatado de las garras de Ashran en la Torre de Drackwen, Gaedalu viajó con su séquito hasta el bosque de Awa para conocer detalles sobre los héroes llegados desde ese "otro mundo" al que su hija se había marchado años atrás. No confió en ningún momento en Kirtash, el aliado de la Resistencia, y dudó siempre de la sinceridad de sus sentimientos hacia Victoria. Tras la derrota de Ashran, el propio Kirtash le confirmó que había asesinado a su hija Deeva en la Tierra. Desde entonces, en el corazón de Gaedalu sólo quedó lugar para la venganza. Dedicó mucho tiempo y esfuerzo a buscar un arma eficaz contra los sheks y regresó al Reino Oceánico a recoger fragmentos de la Roca Maldita. Ayudó a Alsan a recuperar su trono y a controlar a la bestia que habitaba en su interior, y juntos tendieron una trampa a Kirtash, a quien capturaron y estuvieron a punto de matar. Finalmente, ambos se unieron a Qaydar en un loco intento por invocar a los dioses y revelarles la ubicación del Séptimo. La experiencia resultó devastadora para Gaedalu, que renunció a su cargo como Madre Venerable a favor de la hermana Karale y volvió a recluirse en el fondo del mar, donde, según dicen, continúa todavía.

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